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Terramar Cinema, aquel cine...

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Fuente:  Archivo General de Ceuta.  Agradecimiento  a José Luis Gómez Barceló Situado en lo que, en tiempos de mis padres, llamaban  el segundo centro de Ceuta , Hadú, en el campo exterior de la ciudad, el Terramar Cinema tenía el techo más bonito que jamás he visto, de color azul oscuro, surcado por el halo de luz de un proyector que, junto al crujir de las pipas que devoraban en masa los espectadores, creaba una atmósfera sonora tan leve como especial. De vez en cuando, desconectaba de la película y deslizaba la mirada hacia aquella suerte de cielo nocturno, convertido en una autopista por donde un haz luminoso hacía su recorrido hasta una enorme pantalla rectangular, rematada por una tela negra en sus bordes que hacía aún más perfecta su forma y amplificaba su tamaño. Las dos gruesas patas marrones del telón, a ambos lados de aquella ventana mágica, hacía más artificioso y fascinante el hecho cinematográfico. Y es que, en ocasiones, también servía para representar obras de teatro y

Que veinte años no es nada...

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El lunes, 6 de marzo, tuvo lugar la puesta de largo de la quinta (y espero que definitiva) versión, tras veintiún años de existencia, de la página web que decidí dedicar a mi cineasta de cabecera, Rainer Werner Fassbinder. Cuando con quince años de edad vi una película suya por primera vez, la experiencia supuso una especie de Verdad Revelada en un momento tan significativo como fue mi adolescencia cinéfila: descubierto Von Sternberg y fascinado por las películas que dirigió Almodóvar hasta ese momento (el impacto y la influencia de Douglas Sirk sobre mí fue menor en aquel tiempo), ese cineasta alemán del que nada sabía concentró él solo, en una única película, todo lo que yo quería del cine: melodrama, artificio, barroquismo, la verdad arropada de mentira. El cine y la vida, la vida y el cine, inseparables, regalándose el uno a la otra, la otra al uno, lo que en esencia excluyen y niegan, pero acaban asumiendo. "No conozco muchos lugares digitales que atesoren una historia de má

Docencia y vida, vida y docencia

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A mi alumnado de 3º A (Curso 22-23) Al Claustro del CEIP Ortega y Gasset Cada día sorprenden con algo: con sus preguntas y comentarios, directos o tangenciales al hilo de lo que les enseño en clase o de lo que intentamos exprimir de los textos que leemos y podemos incorporar para afrontar el día a día y, quizás, el futuro; con las anécdotas u ocurrencias que, con la mayor ingenuidad y entusiasmo, comentan a la entrada al cole, a la vuelta del recreo, a la salida; con el recordatorio y el razonamiento inocente que les sale de dentro, si alguien se despista, en torno a las normas inquebrantables sobre el trabajo en libreta que el profe impone, entregado a esa herramienta tan simple, tan básica, tan bella, tan mágica y personal donde, de algún modo, se vierten, se retratan, se desvían, se reconducen; con las confidencias que guardan alegrías pero también tristezas, miedos o preocupaciones  personales que comparten conmigo, casi susurrando, llevándome a un rincón de la clase o invitándome

Un lugar llamado rafamorata.com

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Tras una andadura de casi dos décadas en internet, tanto con mi página personal dedicada al cineasta alemán Rainer Werner Fassbinder, siempre asociada a mi propio nombre, como con diversos blogs de cine que he ido reciclando y eliminando con diferentes títulos y contenidos, llega el momento de la estabilidad, de parcelar, de determinar contenidos. Así, por un lado, seguiré manteniendo, completando y mimando mi sitio  fassbindercineasta.com  y, por otro, escribiré  textos personales de cine y de los temas que, al azar, vayan surgiendo o sienta la necesidad de plasmar, por muy anecdóticos que pudieran ser, aquí, en  rafamorata.co m Espero que sea del agrado de quienes tengan a bien visitar este espacio y quieran quedarse y acompañarme. Viñeta-retrato realizada por Ferrán Martín (2023)